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CEAR apoya grabación de primer disco de rap de jóvenes melipillanos

vivaldi no pavarotti
A través del profesor Claudio Fuentes Bravo se facilitaron los recursos del estudio de grabación comprados con un proyecto de apoyo a la docencia

«Vivaldi no Pavarotti» se titula el primer disco de un grupo de jóvenes de Melipilla, liderado por Matías Barría, un sueño que cuenta con 20 canciones y que se pudo concretar tras contar con el apoyo de la Facultad de Psicología y particularmente del académico y director del Centro de Estudios de la Argumentación y el Razonamiento (CEAR), Claudio Fuentes Bravo, quien les propició el estudio de grabación comprado con recursos de un proyecto de apoyo a la docencia, adjudicado hace dos años.

¿Cómo nace esta iniciativa de apoyar a chicos que viven en la marginalidad y de incluir a la música en este proceso?

Melipilla es la ciudad donde crecí y como un «antiguo aficionado a la música» me interesa conocer que están haciendo los jóvenes que hacen música allá. La iniciativa parte del interés del rapero melipillano Matías Barría y sus amigos. El me planteó la necesidad de contar con el equipo necesario para poder grabar sus creaciones, para ensayar y compartir su música con otros jóvenes. La idea era además salir a través de internet al mundo con su música. Es decir, expandir su entorno, sus oportunidades, sus horizontes. La vida limitada a las mismas calles todos los días suele ser una experiencia asfixiante y desoladora, por todo lo que se vive en los sectores vulnerables de cualquier ciudad del mundo. Fundamentalmente yo pensé esta colaboración como un proyecto de creación y difusión de arte popular. Primero tocamos distintas puertas en distintas instituciones y no recibimos ayuda concreta.

¿Por qué te motivó este tipo de música?

El hiphop o el rap que se construye en los márgenes, es decir, en las calles de las poblaciones y villas, tiene una narrativa muy particular e interesante, que ojalá todos escucháramos alguna vez, con independencia de los prejuicios estéticos que tengamos. Las líricas del rap cuentan con impactante crudeza y a veces con profunda emotividad, las vivencias de los jóvenes enfrentados a una cotidianidad intensa, compleja, violenta y muchas veces injusta.

¿En qué consistió concretamente tu colaboración con estos jóvenes creadore?

Nuestra colaboración con esta comunidad de raperos liderados por Matías Barría fue facilitar los recursos del estudio de grabación que compramos con un proyecto de apoyo a la docencia (hace dos años) y que hoy está fusionado con los equipos del Proyecto Fondecyt del profesor Federico Schumacher (con quien trabaja actualmente).

El proceso creativo fue muy bonito. Los muchachos crearon más de 20 canciones en las que hablan de marginalización, arte popular, exclusión, desesperanza, amor, etc.

Como académico de la Facultad ¿Qué ventajas tiene para la comunidad apoyar iniciativas como éstas y cómo se puede participar?

Mi intención no es hacer investigación o docencia con estos jóvenes, sino simplemente ayudar a canalizar la potencia expresiva y cultural del rap en jóvenes que frecuentemente son discriminados por su entorno y relegados por las elites a categorías bastante injustas y dominadas por el prejuicio y la ignorancia. Todos los estudiantes de la Facultad pueden participar en estas actividades, tanto acompañando los procesos creativos, como prestando ayuda voluntaria para mejorar los productos artístico.

¿Tienes planificadas próximas actividades y/o iniciativas como éstas en el CEAR, en el marco del Laboratorio de Creación y Cognición Musical (inaugurado el año 2014)?

Este año esperamos «producir» un segundo disco y extender lo aprendido por los chicos en Melipilla a otras comunidades en un formato de colaboración y voluntariado.

En el siguiente link se puede descargar el disco

http://www.mediafire.com/download/xk2mvoq0azfdqqa/Vivaldi+no+Pavarotti+-+DonElem.rar