La filósofa argentina fue invitada por el CEAR para dictar talleres de biomimética y clases de argumentación en la Facultad de Psicología UDP
Gracias a un intercambio académico entre el Centro de Estudios de la Argumentación y el Razonamiento (CEAR) y la Universidad de Buenos Aires, Griselda Ríos visita la Facultad de Psicología UDP durante todo el segundo semestre 2013, dictando principalmente talleres de robótica y biomimética a estudiantes de enseñanza básica y media.
Durante los talleres efectuados en el marco del primer concurso de biomimética del país, Ríos pudo trabajar con más de 70 escolares de Santiago, quienes debían paso a paso lograr confeccionar un «Robots Lego Mindstorm» que simulara el comportamiento de un organismo natural, específicamente un insecto, respetando su biología. “No queríamos que se imaginaran los súper robots, sino que trabajaran con seres vivos”, específica Ríos, quién se dedica además a la enseñanza de la lógica y se autodefine como una autodidacta de la programación.
La Biomimética es un concepto nuevo en el campo de la educación en Chile. En términos simples ¿Qué es la Biomimética y qué trabaja?
“A diferencia de otros concursos de robótica (que se preocupan más de la parte mecánica) la Biomimética trata de simular comportamientos situados en un ambiente. Lo que tratamos de construir son robots sensibles a los cambios en el ambiente, cambios de luz, ruidos, incluso podemos cambiar los parámetros para que el robots sea más o menos sensible”
¿En qué ayuda al aprendizaje estos talleres?
“Primero que todo al trabajo en equipo, hay mucha discusión, pueden terminar peleando, pero así y todo avanzan, eso es lo principal. Segundo, ayuda a la solución de problemas, los escolares plantean hipótesis de posibles soluciones a los problemas que se enfrentan y frente a ello nosotros les decimos que no tienen que cambiar todo y empezar de cero otra vez, sino más bien probar donde está el problema y cambiar eso”.
¿Cómo ves a los colegios en Chile frente a la Ciencia?
“Vi que la ciencia se ve en el escritorio, lo mismo pasa en Argentina, falta más terreno. Asimismo, la ciencia se ve como algo que descubrieron otros, por tanto los chicos no se ven como posibles científicos. Se repite lo que otros hicieron y se llega a los mismos resultados. La equivocación se ve como un error, y tienes que equivocarte cien veces para llegar a un dato certero que puedas usar después. Hay que equivocarse”.
Entre los próximos proyectos, adelanta que continuará sus lazos con el CEAR y que se aproximan posibles alianza con Explora Conicyt para continuar acercando la ciencia a los escolares.